miércoles, marzo 16, 2005

Es tarde

Con estos zapatos no voy a ningún sitio
(hacen ruído y están rotos)

Hoy ha empezado la primavera
que se presenta preciosa y llena de mujeres
a las que ver pasar

He cenado como un rey y me pesan los párpados como caricias
He visto el barrio de noche y está lleno de cosas
(Mi cerebro se vuelve el de un niño cuando ve brillar el sol)

Me encantaría que la mañana viniese con regalos que desenvolver
pero tendré que esperar a que sea de nuevo
la madrugada del 24 de diciembre de 1985

lunes, marzo 14, 2005

Proficiency

I wooould love indeed your gentle bulldozer
soy un phenomenom de tres al cuarto
hey, mama, look at me! top of the world ma!


domingo, marzo 13, 2005

estado febril III

intento salir de casa pero las calles me traen bajones y sudores fríos
alrededor del campo de visión se arremolinan espirales
la cabeza llena de un fluído algodonoso que oscila como un péndulo

el vacío nace ahora de la enfermedad
y mi habitación se transforma en una celda

sábado, marzo 12, 2005

El día después de la masacre

Recuerdo subir al tren el 12 de marzo, y escuchar un silencio total; los oídos buscando un estímulo que alejase las sombras del ataque de pánico.

Recuerdo pensar en las imágenes de los trenes destrozados mientras miraba las paredes del vagón, y recuerdo sentir mi frágil cuerpo de carne y sangre. Recuerdo las caras tensas de aquellos que viajaron conmigo (fuimos héroes).

Recuerdo mirar a los policías y agradecer su presencia; y al mismo tiempo, preguntarme, ¿dónde estabais ayer, hijos de puta? (sí, soy una rata)

Recuerdo los días durmiendo fuera de casa, la noche del sábado recorrer madrid gritando de rabia por aquellos que pusieron en la balanza los cadáveres de su gente (sí, es verdad, no eran su gente).

Recuerdo el orgullo de vivir en esta ciudad que se negó a creer lo que la pantalla decía (en la plaza de Atocha, después del minuto de silencio, ¿estabas allí?).

Recuerdo los días después, tan cansado que no podía dormir, tan cansado que no podía dejar de caminar sin tener dónde.

Recuerdo también, la semana siguiente, la conferencia de un poeta coreano que nos recordó una frase de Lorca, frase que me golpeó como un bloque de hormigón contra el alma.

España es el único país
que vive la muerte
como un acontecimiento nacional

fiebre del sábado por la mañana

escucho bandas sonoras de películas apocalípticas y sigo tumbado como un anciano
si tuviera que ir al hospital no habría nadie que pudiera llevarme
una muerte enternecedora, en este caos que llamo hogar
mientras, fuera del cuarto, la ciudad recuerda el día después de la masacre
y yo me mido la fiebre y no puedo ni tragar saliva

viernes, marzo 11, 2005

estado febril II

es casi divertido caminar sin sentir los pies
y sentir las cosas lejos y al mismo tiempo tan intensas que querrías abrazarlas y echarte a dormir
las conversaciones como canciones que no puedes comprender
los sonidos como un eco rebotando en el cráneo
los dedos torpes como tijeras
y las calles enormes que no se acaban nunca

goza tu síntoma

estado febril

mecedora de espasmos
atravesar el tiempo en una nube radioactiva
aniversario de la masacre

recuerdo que caminé durante semanas sin saber donde ir
recuerdo que miraba los carteles de los cines y seguía sin dirección
recuerdo un poeta chileno que me vendió su libro de pastas rojas
recuerdo manifestaciones y cansancio y helicópteros
recuerdo a la policía en cada vagón del tren

bajo la fiebre
escucho de nuevo los gritos de ciudad
y las campanas tocan a difunto

jueves, marzo 10, 2005

pasado de rosca

cuánto buscar para no ver y cuánto hay que hacer para que nadie te pregunte quién eres al mirarte

yo no soy nadie, se ve claramente que me disuelvo y que no voy a dejar nada tras de mi, así que por favor dejad de enfocar esas cámaras de desaliento y no me busquéis, no me busquéis en esta ciudad de idiotas, me echaron a patadas

he borrado mis huellas sobre el teclado, por eso me repito en espiral y no llego a la puerta de mi casa y tengo que entrar en el cibercafé del fin del mundo donde hay unos cafés que saben a ceniza

me encantaría ser una persona agraciada con el don de gentes, pero cuando miro los ojos de los demás veo reflejados los cristales de las tiendas y actitudes compradas en centros comerciales, y no sé cómo la gente puede, no lo sé

yo soy de mentira también, lo reconozco, miro mi cara y es un comic dibujado por un borracho a las siete de la mañana, pero estoy tan cansado que no puedo fingir, y estoy tan lejos que no puedo gritar

miércoles, marzo 09, 2005

hora punta

imposible saber qué se esconde
detrás de cada cara
en este andén

demasiados ojos
demasiadas cosas
demasiados días

Acaba el día

Es por eso que camino sin mirar atrás.

Es por eso que piso sin hacer ruido.

Es por eso que siguen mis manos alimentándose de fe,
pues no hay otro camino cuando no lo hay.

Es por eso que olvido todo lo que sucede,
porque sé que soy una minúscula gota de luz
en un océano que devora su propia sombra.

Es por eso que camino sin ver
y sólo miro los ojos de los perros.

en el cristal
una ciudad cansada
acaba el día

martes, marzo 08, 2005

Painful



en la habitación que fue mi casa al llegar a esta ciudad
me despertaba sin fuerzas para abrir los ojos.
sin embargo, reunía los trozos de mi alma mientras fumaba polen
y miraba el aire lleno de música

There's a big day coming

recuerdo que un día
un rayo de sol se reflejó en el edificio de enfrente
y entró por mi ventana:
la primavera

I can't hardly wait

lunes, marzo 07, 2005

primer fin de semana de marzo

la luz del sol
bailando ante estos ojos
motas de polvo

tarde de invierno
de un azul imposible
cielo en madrid

voces de fuera
visitan este cuarto
luego lo olvidan

ropa tendida
alambres oxidados
viento de marzo

sábado, marzo 05, 2005

Todas las resacas del mundo

Un cielo azul insultante, los días de resaca deberían ser lluviosos y estar llenos de jazz amargo.

Estoy nada/poco satisfecho con mis noches en la tierra.

Tengo tan poco que dar que te voy a dar de hostias. Bueno, éso es algo que internet todavía no permite, tendré que esperar a que se inventen los simuladores de odio.

Mi cabeza es un nido de ratas; siento a las crías removerse inquietas, con sus ojillos cerrados y sus hocicos llenos de dientes, matándose entre ellas por la comida que les trae mamá rata.

Es como si la ciudad, al amanecer, hubiese abierto mi corazón y vomitado dentro todas las resacas del mundo.

como un cuba

he despertado a la luz deforme
escribo desde el oasis de luz muerta
no quiero repetirme

haré todo lo posible por recordar
lo que de maravilloso tienen mis días
(no lo consigo, no lo consigo)

risa subnormal al hablar con mis familiares muertos
loro y lloro hasta que te lleno la ropa de moho

recuerdo mujeres preciosas en un pasado tan lejano
que mezclo el presente con el pasado y me lo trago todo,
como cuando eramos niños y veíamos películas de miedo

Otro día será mañana

Me salgo de mi casa.
Me salgo del tiesto y de mis zapatos.
Me salgo de las calles y atravieso la luna.
Me salgo de los márgenes, del reloj, de mi ojos y del planeta.
Me salgo del frío bailando música caribeña en un ritual vudú.
Me salgo de la crisis espiritual del hombre moderno y babeo como un cavernícola.
Me salgo de la tristeza marca ACME.
Me salgo de las redes, me salgo del guión, me salgo de mis dedos.
Me salgo de recuerdos que me dibujan.
Me salgo de películas.
Me salgo del espejo
y al otro lado
me encuentro conmigo,
atontado y con cara de asombro.

Visitas inesperadas

Música deliciosa.

Despertar, hoy,
y encontrarme de nuevo conmigo.

A través de la falta de sueño,
soy capaz de ocultar que se me desmoronan los días.

A través del sonido,
la luz azul de una tarde imposible y llena de dientes,
dibuja en mi sangre
olas de sentimientos puros como tus ojos mezclados,
que me miran sin ver
todo lo que una vez tuviste
y ahora respiro a cada paso.

Y la banda sonora original de mis lágrimas
es una sinfonía punk
dirigida por un vagabundo borracho que leyese el DaoDeJing.
Juego de claroscuros en rojo y negro
para un calendario de despropósitos.

viernes, marzo 04, 2005

Yo no sé absolutamente nada

Manadas de búfalos en mi cefalea.
Sensaciones en televisión.

No hablaré de mi,
estoy arte de mi,
lo he visto todo
tanto
que me cansé de verlo
antes de vivirlo.

Quisiera ver un mundo lleno de lagarteranas
y en mi ventana la luz del hongo de hiroshima.

Soy nihilista porque me pongo una rata cancerosa por Montera
y las putas me dicen "¡Ay, cuidado con el moño!"

Participo de un silencio contínuo que nos hace gritar.
Y, bueno, a nadie le importa,
pero he escuchado conversaciones horribles yendo en el tren.

"Pisad sobre terrenos pantanosos y hallaréis la felicidad",
es lo único que puedo deciros.

Bueno, también,
"Pastel de manzana y cancer de fresa."

Meriendo con mis amigos y mis amigos se habían ido.
No por mucho madrugar tengo un nuevo cerebelo.

Ven a dibujar conmigo el amanecer de un nuevo mundo.
Ven a ver como las hormigas llevan consigo su propio cadáver.
Ven a ver cómo tu nombre oculta lo que llora en tí.
Ven a rellenar con tu firma sentencias de muerte.
Ven a descubrir a los fascistas anidando en la azotea.
Ven a ver como el color gris se come las cosas y el aburrimiento te hace matar.
Ven a disfrutar del principio del fin.
Ven al nuevo mundo.
Ven al escondite y juega con tu propia sombra.

MUERE Y DEJA NACER

No me detendré jamás,
tengo el sentido común de un lemming.
Ilich Ulianov Lemming era amigo de mis padres.
Oh, sí, era un hombre sumamente divertido
y concedía con su graciosa bondad
un juego lleno de teclas destrozadas
sin alcanzar a decir.

Utilizo muy a menudo la palabra para siempre.
Sin embargo,
vivo de un modo sencillo y ordenado,
colgado del techo,
y con la sangre cayendo a borbotones.

He descubierto
un modo
de no ver
la cara de los demás:
imagino en ellos lo mismo que yo.

No funciona,
porque mi ciudad
no es la ciudad
que viven los demás.

La tuya tampoco.

todo



en la tristeza que me dan las horas
y las mentiras que me traen los días
encuentro sabores que nunca podré darte

en las mejillas quebradas del amanecer
y las esperanzas idiotas que me trae la noche
hay un beso por cada segundo que nunca tuve

desencajado
y lleno de heridas que se irán abriendo
dejo mis palabras sin respuesta

jueves, marzo 03, 2005

goodbye bluesky

mañana de ventanillas y hospitales,
prueba de orina y test cutáneo de tuberculosis

fotografías en máquinas callejeras,
colas interminables esperando que me insulten funcionarios de mirada torva,
escribir tantas veces mi nombre hasta que lo olvido

tengo dos horas y media,
necesito orina limpia
y un pasaporte

no pensamientos
en manos congeladas
el abrigo nuevo

música clásica
escucho un helicóptero
hoy, tres de marzo

cansadico

día de atravesar la luz
párpados de hormigón
sin pizca de gracia

oh, mira, otra mujer estupenda
un anochecer que dura milenios
me voy a volver la losa que pesa

pertenezco y no pertenezco a lo que me pasa
busco una salida barata a mi sensación de inopia

la calefacción, amo mi calefacción

dibujo el mapa de un mundo bastardo

resplandece el hambre de las noches
y mis enfermedades se acumulan
una encima de las demás

me quiero ir a dormir
pero mi cama me da asco
y mis pies no quieren caminar

miércoles, marzo 02, 2005

A hidden place

Despertar con la luz del sol,
en mi habitación en la ciudad y su ventana

Olvidé meterme en la cama y quitarme la ropa,
envejezco a velocidad luz

Las nubes me traen un cielo color blanco
y me recuerdan
que pronto será
el sexto aniversario de mi muerte

martes, marzo 01, 2005

-6º

viento salvaje
hace crujir las vigas
seis bajo cero

manta de viaje
después de un largo día
sobre mis hombros

sábana helada
por las grietas del techo
entra febrero

Akutagawa Ryûnosuke - 芥川竜之介

No sería del todo falso decir que desde aquel día surgió en mi corazón un odio renovado. Y esta noche voy a matar a un hombre a quien no odio por culpa de una mujer a quien no amo.
Ryûnosuke Akutagawa Kesa to Moritô 1918

Esta es el alma que me habita; y yo (hijo de una época moderna) no puedo hacer ninguna obra de valor. Día y noche, sin orden ni concierto, llevo una vida hecha de ensueños e incongruencias, mientras espero que aparezca lo inconcebible.
Ryûnosuke Akutagawa Bisei no shin 1919



Ryûnosuke Akutagawa Rashômon y otros cuentos, Miraguano, Madrid, 1998.

En el tren

Esta mañana me ha vuelto a pasar. Creo que podría echarle la culpa a la falta de sueño; o al puto despertador; a tener que salir corriendo de casa, con restos de sueños todavía entre mis ojos y las cosas, en piloto automático hacia la estación.

He conseguido entrar en el vagón con las puertas a punto de cerrarse, y he conseguido el espacio suficiente para no tener que mirarle la cara a nadie. También he conseguido sentarme. Entonces ha empezado. La sensación de haber olvidado algo importante, como cuando en sueños al final descubres que estás desnudo en el vagón de metro o te has olvidado de cambiarte y llevas tu pijama de subnormal delante de todos.

He bajado la vista buscando qué podía fallar, pero la confirmación visual de que todo estaba perfecto no ha podido eliminar la sensación de que algo esencial no encajaba en ese vagón de tren a las ocho y cuarto de la mañana.

Al final me he dado cuenta. Era yo el que, recién salido de debajo de mis párpados, no encajaba en ese trayecto absurdo en un mundo incapaz de despertar.