miércoles, diciembre 01, 2004

7 de la mañana

Juego es todo aquello que no tiene un propósito

Años escribiendo para ver la luna llena de escarcha y tener los dedos ágiles y vivir un mundo idiota y llevar sobre las sienes la memoria de los días imposibles

Voy a ponerme crema de afeitar en el cerebro

Mandíbulas siempre llenas de mensajes para ti

Mira cómo crunchi crunchi el espacio que queda entre mis días y las noches para que el anochecer sea una mancha desdibujada de sofases sin tregua

Ven a ver como la calefacción se llena de estatuas de hielo

Ven a ver como las imposibles maneras que tengo de caer mueren conmigo

Ven a ver como el mundo gira

Ven a ver como tu cara es bellísima a través de mis ojos

Y si luego, cuando vuelvas a casa, no estás de acuerdo con mi modo de comprender esta gran mierda, no vuelvas a llamarme

sábado, noviembre 20, 2004

Mañana de la noche del viernes

Mi despertar es dulce y frío como la memoria de los días en que no había nada que hacer.

Mis manos están heladas y el teclado lleno de espinas.

Un CD con cuartetos de Beethoven.

Es todo tan sublime que querría desparecer,
negar el color de las emociones vacías que me trae la ciudad.

De todos modos,
en cuanto a lo que espero de este día
podría decir que tengo muchos planes y pocos resultados.

Del mismo modo,
el porno de la red es cada vez menos atractivo
y se pone al mismo nivel que las mujeres de los carteles
y las bellezas increíbles con que me cruzo para no volver a ver.

Por lo tanto,
diría que es posible corregir el modo que tengo de ver las cosas,
pero haría falta tanto esfuerzo que lo dejo estar
como un perro se cansa de intentar morder su propia correa
o una brújula deja de soñar en una tormenta magnética

Diario de la falta de oxígeno

09:33 Organización de una estupidez total

09:45 Reconstrucción de las excusas que me hacen mirarme en un espejo

09:57 Cerrar la puerta y bajar las escaleras a la mañana que nunca quise conocer

10:14 Los andenes llenos de animales y pájaros selváticos anidando en los bolsillos de mi abrigo nuevo

11:15 Llega el tren que me lleva contigo y lo dejo tal cual

11:33 Subo a un carricoche de bebé pero no engaño a nadie

11:57 Las puertas del tren se cierran sobre mis manos y mi maletín lleno de odio se queda en la estación

12:58 Llegamos a un descampado y las vías se acaban

13:11 Le robo el almuerzo a los niños de un colegio y me lo como sentado en un banco

13:42 Vuelvo a mi casa ufano y lleno de sentido común

14:11 Enciendo la televisión

jueves, octubre 21, 2004

noche de un día que no recuerdo

no hay nadie que pueda perderse

lo que buscas siempre ha estado contigo

sentado, me siento tan pequeño que el mundo me abraza

la paz recorre mis pies y mis manos y no intentaré detenerla

viernes, octubre 08, 2004

haiku de la noche de octubre

aunque no intento
que las palabras vuelvan
mira, son tuyas

lunes, octubre 04, 2004

automático

en cuanto pueda decirte quién soy te diré lo contrario

tengo unas ganas terribles de comer a la luz de un sol que no pueda conmigo

contraigo la psicosis cuando veo que tus ojos son los míos

corregir a la velocidad de la luz es inútil

lo intento para no mostrar los imbéciles modos de perder el tiempo que inventé

en mi casa empiezan a formarse estalactitas llenas de semen y sangre de color azul

muchedumbres llenas de herraduras caminan con los ojos puestos en días de plástico

es mejor si dices a los demás que te gustaría desaparecer

empiezas a gritar como una puta en las noches frías en las que nadie llega detrás del dibujo de tus pasos


y aunque cometa faltas de ortografía al intentar describirte

y aunque no sepas quién eres

cuando me miras puedes quitarte la careta



mejor si pasamos página en estos días llenos de gafas de sol

la luna, su luz me impide dormir cuando llega por la ventana a darme un beso de nunca noches

y sin embargo el insomnio es un regalo, me da tiempo para pensar en mis cosas con el cerebro dibujando espirales alrededor de lo obvio de mi sangrante vergüenza

y a pesar del cansancio voy a seguir diciéndote lo que pienso

pienso que eres una puta y que no tengo suficiente dinero para comprarte

lloro y lloro y grito a pesar del dolor de cabeza absurdo que llena mi cerebro de llagas

estoy mejor que nunca

me llegan unos extraños pinchazos de la parte superior izquierda frontal de mi cráneo

pudiera ser una señal de que no hay manera de subir al coche para huir del coche

apesta a zen mi modo de hablar porque no digo nada

por eso soy como un animalito recién salido del cascarón de un huevo de dinosaurio

por eso soy un cerebro a medio hacer en un mundo deforme

por eso soy un elefante yendo al cementerio sin colmillos

por eso mi estómago rechina cuando llega la noche y no hay ningún plan y me voy al cine y la pantalla se queda muda y no me dice nada

por eso grito y grito

por eso mantengo la sonrisa aunque parezca que estoy gruñendo como un gato

por eso multiplico mis manos en el intento de repetir lo que ya dije

por eso espanto a las niñas con sonrisas de imbécil

por eso pido a dios una oportunidad para defender una causa perdida

por eso anuncio a los cuatro costados de cristo llenos de navajazos

por eso mis días se escurren por el desagüe

por eso vivo a media luz

por eso abro la ventana y la ventana se cierra

por eso busco en la red personas como yo y cuando las encuentro me parecen idiotas

por eso miro la radio esperando una señal del fin del mundo

por eso creo que deberías ser un poco más realista y dejarme morir

por eso a través de mis heridas la luz entra y descubre un vertedero

por eso navego sin manos en un escaparate lleno de cadáveres

por eso musito un nombre que nadie me puso

por eso atravieso el mundo como el viento que trae la locura

por eso busco sin sentido una frase que me deje callarme

por eso quisiera que me dijeras el color de mis ojos bajo párpados

domingo, octubre 03, 2004

haikus de la mesa del salón

cintas y libros
el teléfono móvil
púas de guitarra

botella de agua
monedas y facturas
radio sin pilas

voces de fuera
las llaves de casa
hojas en blanco

sábado, octubre 02, 2004

mediodía

estas paredes
guardan una ciudad
todo desorden

Viernes, noche de octubre

Salgo del cine y las calles están llenas de cosas en las que no me había fijado, escucho mis pasos y las paredes de las escaleras de mi casa permanecen en mis ojos hablándome.

Ahora miro las letras que aparecen en el blanco de la pantalla y escucho las canciones que llegan de la calle a través de la ventana y veo mis manos seguir un camino.

Ahora las sombras del ordenador y las sombras en mis recuerdos y el beso de las noches que nunca llega y el tiempo que me deja sin nada a que volver.

Ahora vacío y lágrimas que no alcanzan. Ahora parpadeos. Ahora un nuevo día. Ahora bajo párpados. Ahora la madera de la mesa que permanece muda. Ahora las grietas en mis sentimientos a través de las que me destruyes. Ahora la velocidad en que puedo desaparecer. Ahora renacer.

domingo, septiembre 26, 2004

Deja que los días caigan a un lago de cariño perplejo
por todo lo que de maravilloso sucede
bajo los edificios

Gatos recién nacidos que se desperezan
con los ojos cerrados

El por qué de la escarcha

Descubrí en la medialuna
un modo de existir sin ver mis ojos
presos de los párpados

sábado, septiembre 25, 2004

City of Glass (y II)

When things were whole, we were confident that our words could express them. But little by little these things have broken apart, shattered, collapsed into chaos. And yet our words have remained the same. Hence, every time we try to speak of what we see, we speak falsely, distorting the very thing we are trying to represent.
But words, as you yourself know, are capable of change.


Paul Auster City of glass in The new york trilogy, Faber and Faber Limited, London, 1987, p. 77.

miércoles, septiembre 15, 2004

Pensamiento positivo

la luz del sol se arrastra por el suelo, en la radio música sinfónica, alguien golpea las paredes de este edificio

intentaría preguntarme qué digo pero no digo nada que no conozcas,
por eso continúo mi vida como si tal cosa el mediodía del primer día de mi semana de vacaciones

los haikus que no escribo hablan de un mundo que cambia al ritmo de los semáforos y de calles donde no se puede vivir, de una ciudad llena de espanto que atraviesa las grietas de mis pensamientos

las antenas sobre los tejados del barrio brillan al sol, y llevan a todos los hogares el olvido, olvido del que yo dispongo en cantidades industriales

la música en la radio avanza a través de mi sangre en ondas de luz infinita

hace siglos era la misma persona que hoy, pero ayer por la noche sentí como mis dedos rozaban las huellas de mis pasos y eran incapaz de descubrir un camino

en el periódico los titulares hablan de millones muertos en algún lugar que se conecta a mí a través de los productos que compro en las tiendas y los supermercados

personas como yo viajan sin que tengamos nada que decirnos, porque nuestras vidas no nos pertenecen y vamos donde podemos sin haber elegido

intento ser una persona cruel y sin esperanza, pero soy bueno y estoy lleno de fe, por eso construyo catedrales y os envío a todos a una muerte segura

viajo entre dos polos irreconciliables, el caos sin sentido y el control totalitario de mis días, y el único modo de armonizar el tiempo es chillar como una rata en un barco en llamas

hoy será otro día en el que nos falte el aire

sábado, septiembre 11, 2004

hoy a las nueve me quería morir y ahora estoy fresco como una rosa

Está nublado en mi ventana, y en la tuya es posible que también, pero eso depende de si miras al cielo

Me maravilla el universo de destinos imposibles que miras a media luz y la manta con que me taparé cuando esté viviendo debajo de un puente

O sea que, aunque muchos digan que sueño despierto, ni siquiera llego a salir de la fase rem y viajo por mi sangre a velocidad luz

Me encantaría llegar a un universo con todas las cosas por hacer y quedarme sin hacer nada

En la duermevela, mis deseos son promesa de caídas a la luz de una bombilla llena de escarcha

Mejor sería que me quedase sin hacer nada, pero he decidido ir al cine a mirar cosas que se mueven

Por lo pronto, hay un juego de manos que todavía no he aprendido, y tantos momentos que no volverán, que cualquiera es estupendo mientras nos derrumbamos

He cambiado sin querer una letra del diccionario, y ahora hablo por todos cuando digo que las cosas están mejor si nadie te dice qué son

Por eso te digo, esto es estupendo, aunque no hay nadie que comprenda mi sonrisa, y voy a despertar

lunes, agosto 30, 2004

La primera mañana

Es tiempo de pararse a pensar,
es tiempo de escribir a media luz y encontrar un camino.

Me fui dos días antes de la luna llena,
y aquí me tienes,
a las nueve de la mañana.

Tengo que moverme alrededor de la idea que tengo de mi
hasta que caigan las palabras que cierran mis manos a la luz,
hasta que se desdibuje la línea que marca mis pasos.

Las campanas suenan en el barrio.

Cómo está el barrio

Ayer volví a Madrid. Tuve tiempo de subir a casa, dejar las maletas, bajar a la calle y tomarme unos vermuses.
El viaje en autobús había pasado como un suspiro, pero me sentía hecho polvo. ¿Cómo es posible que canse tanto estar cinco horas seguidas sentado en un autobús?
Después de mucho hablar, la gente se fue a seguir la fiesta. Yo decidí que ya tenía bastante.

Cuando llegué a casa, música a todo volumen en el piso de abajo. Encendí las luces y abrí todas las ventanas. En eso estaba cuando alguien empezó a gritar desde el piso de enfrente. "¡Eh, machote, baja la música! ¿Por qué no bajas la música, machote?" Desde una ventana a cincuenta metros, un hombre gritaba hacia mi casa. Al asomarme, retrocedió un poco y bajó el tono. "Oye, que no es aquí", le dije. Ni siquiera tuve que gritar para que me oyera. "¿Entonces dónde es?" "No sé, por ahí abajo." "Ah, vale, perdona." "Nada, nada."
La música seguía, "todos los días, estaría mimándote..." El vecino seguía "¡Oye, tú, jamaicano, que son las dos de la mañana... !" Yo, mientras, intentaba leer El camino del zen, de Alan W. Watts.

Me volví a asomar a la ventana. En el piso de abajo, las luces estaban apagadas y no parecía que hubiese ninguna fiesta. No llegaban conversaciones, ni risas, sólo música caribeña que hacía vibrar las paredes. Me imaginé qué sucedería si bajase a decirles algo. No lo hice. Poco después, sonó la última canción y el barrio quedó en silencio.

miércoles, agosto 11, 2004

El mismo camino

La carretera entre los limoneros que lleva a la parada de autobús. El mismo camino que recorría hace años, los mismos árboles, pasos nuevos.
Recuerdo caminar huyendo de la casa de mis padres, recuerdo caminar de vuelta con libros recién comprados, deseando llegar para empezar a leerlos y desaparecer.
Recuerdo caminar masticando hojas de limonero para disimular la primera borrachera, aún en el colegio, el principio de un camino tantas veces monótono y otras cuesta abajo.
Recuerdo caminar fumado, sintiendo nuevos los colores del atardecer reflejado en las hojas y los amarillos imposibles de los frutos.
Recuerdo caminar fuera de control, imaginando mañanas que se derrumbaron al despertar,
y recuerdo el camino cada vez que vuelvo de madrid, cada vez más lejos, mudo y extraño.

lunes, agosto 09, 2004

City of glass (I)

New York was an inexhaustible space, a labyrinth of endless steps, and no matter how far he walked, no matter how well he came to know its neighbourhoods and streets, it always left him with the feeling of being lost.

On his best walks, he was able to feel that he was nowhere. And this, finally, was all he ever asked to things: to be nowhere. New York was the nowhere he had built around himself, and he realized that he had no intention of ever leaving it again.



Paul Auster City of glass in The new york trilogy, Faber and Faber Limited, London, 1987, pp. 3-4.

Murcia 8 de agosto de 2004

La ciudad donde los yonquis vienen a morir. Con esfuerzo podré disfrutar de alguna que otra resaca. Lo que tengo que hacer aquí podría hacerlo bajo tierra. El tiempo de mirar atrás para no ver nada. Tal vez pueda darme una vuelta por los lugares que quiero olvidar. Aunque me esfuerce no soy capaz de desaparecer. Agosto, Murcia, lo más cerca que puedes estar del apocalipsis.

domingo, agosto 01, 2004

el último sábado de julio

el autobús
atraviesa paisajes
que no me miran

El verano pasado

Con el equipaje suficiente para una semana, pasé siete horas en un autobús hasta llegar a Barcelona. No recordaba el calor húmedo, pero sí cómo llegar a este cibercafé, donde escribí mensajes para nadie el año pasado. Tengo muchas citas de libros para escribir en la página, pero los dejé en mi casa, así que tendrán que esperar. Esta noche concierto y el lunes a la montaña. Y luego Murcia, el mismo recorrido que el año pasado. ¿Qué ha cambiado?

Camino en otra ciudad

Hay gente que piensa que todas las ciudades son la misma
Hay gente que piensa que cuando huyes te llevas contigo

Caminé por las calles hasta no ser nadie
Caminé por las calles hasta no ser nadie

Gracias a eso mis manos dicen

sábado, julio 17, 2004

Crónica del pájaro... (y VI)

"Se le ocurrio de repente, mientras iba perdiendo la conciencia de lo que le rodeaba. Tal vez el mundo no hiciera otra cosa que dar vueltas como una puerta giratoria. El hecho de que alguien entrara en uno u otro de aquellos espacios compartimentados de la puerta giratoria era una simpe cuestión de dónde había puesto los pies. En alguno de eso compartimentos aún existirían los tigres, en otro ya no existirían. ¿No se trataría, en resumen, sólo de esto? Allí casi no existe una continuidad lógica. Y, puesto que no existe continuidad, las opciones en realidad no tendrían ningún sentido. ¿No será por eso por lo que yo no puedo sentir la diferencia entre un mundo y otro?"


Tercera parte. Cap. 10. Asalto al parque zoológico (o una matanza torpe)
MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

Mongolia interior

Qué bonita mañana.
Qué precioso atardecer.
No salgo de mi asombro.
Asumo toda la culpa.
Venga usted al tomorrow.
Soy un outsider en el mainstream.

Las 3 de la tarde del sábado

Quisiera que los días que me llevan me dejasen palabras que deciros,
pero las noches se me hacen eternas,
y las mañanas traen tanto que callar que me falta tiempo.
 
La ciudad en la que vivo está cansada.
Las palabras que digo son extrañas a mis labios.
Los deseos se cruzan sin llegar a rozarse.
Estoy de vacaciones.

Tormenta

calles vacías
calles llenas de lluvia
ningún por qué

jueves, julio 15, 2004

John Cassavetes Husbands

A film about life, death and freedom.

Menudo peliculón.

¿En qué estaba pensando este hijo puta?

Crónica del pájaro... (V)

"-¿Sabe, señor Okada? Como usted muy bien es consciente de ello, este es un mundo sangriento y lleno de violencia. Si no eres fuerte, no sobrevives. Pero al mismo tiempo debes permanecer en silencio, agudizando el oído, para no perderte el más leve susurro. Las buenas noticias, en la mayoría de los casos, se dan en voz baja. Acuérdese de esto."


Segunda parte. Cap. 18. Noticias de Creta. Lo que se cae del borde del mundo. Las buenas noticias se dan en voz baja.


MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

jueves, julio 08, 2004

Crónica del pájaro... (IV)

"-Oye, señor pájaro-que-da-cuerda -dijo May Kasahara-, quizá sólo sean cuestiones mías, pero creo que cada uno de nosotros nace con un cosa diferente en el centro de su existencia. Y esta cosa, cada una de estas cosas distintas, se convierte en una especie de fuente de calor que mueve desde el interior a cada uno de los seres humanos. Yo también la tengo, claro, pero de vez en cuando se me escapa de las manos."

Segunda parte. Cap. 16. La única cosa mala ocurrida en casa de May Kasahara. Reflexión de May Kasahara sobre la fuente de calor.
MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

miércoles, julio 07, 2004

Madrugada del 7 de julio

ojos cansados
el humo y la ceniza
sandalias viejas

pared en blanco
sombras de luz eléctrica
mira, silencio

martes, julio 06, 2004

Crónica del pájaro... (III)

"A veces, cuando avanzas en silencio por paisajes tan desolados, pierdes la cohesión como ser humano y te sobreviene la alucinación de que te vas disgregando progresivamente. El espacio que te rodea es tan vasto que es difícil mantener el sentido de la proporción con respecto a la propia existencia. ¿Me comprende usted? Mi conciencia se iba dilatando junto con el paisaje y acababa por ser tan difusa que no podía mantenerme aferrado a mi cuerpo."

"La historia se ha alargado mucho, pero lo que quería decirle es que mi verdadera vida posiblemente acabó dentro de aquel profundo pozo del desierto de Mongolia. Tengo la impresión de que el corazón de mi vida se consumió por entero envuelto en aquella luz cegadora que brillaba, sólo diez o quince segundos al día, en el fondo del pozo. Tan grande fue para mí el misterio de aquella luz. No puedo explicárselo bien, pero, a decir verdad, después de aquello nada de lo que he visto, nada de lo que me ha sucedido ha hecho mella en el fondo de mi corazón.[...] Le sonará extraño, pero nada de aquello podía importarme. Algo que había dentro de mí ya había muerto."

Primera parte. Caps. 12 y 13. La larga historia del teniente Mamiya (I/II).
MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

Sin horizonte

De querer irme, no sabría donde.
Atravieso la noche con frases que ya dije.
Intento desparecer en las vidas de otros,
nadie responde.

Madrid se transforma en un desierto a velocidad luz.
De un día para otro no hay donde esconderse.
Camino hasta que me falta el aire sin llegar a ninguna conclusión.
Intento desaparecer en las palabras de otros,
pero mis ojos se cansan de leer.

El tiempo
es una corriente subterránea
que me deja a un lado.

El espacio desaparece
mientras juego a llenar
mis dedos de pensamientos.

Pero la noche
llega
y los días de fiebre
me han dejado claro
que no soy quién
para decidir
lo que vendrá.

Y me dejo a un lado.
Y juego a escuchar en los gritos de los pájaros
señales.

domingo, julio 04, 2004

No sé lo que hice el último verano

Recuerdo que estuve a punto de quemar mi casa. Que desperté con la ropa y las lentillas puestas, la casa llena de humo blanco, y corrí a la cocina a apagar el hornillo, que llevaba ardiendo desde las seis de la mañana. Recuerdo el cazo al rojo vivo y recuerdo que pensé: he estado a punto de quemar mi casa.

Recuerdo despertarme de madrugada, con el corazón a punto de explotar, golpeando las paredes del pecho mientras las paredes de mi casa se movían. Recuerdo que me agarré al marco de la puerta del cuarto hasta que pude respirar hondo y volver a dormir.

Días después el encargado de la rehabilitación del edificio le dijo a mi padre que saliera de allí por patas. Eso hice.

Recuerdo el nuevo cuarto en la casa de la calle Ibiza donde me refugié. Recuerdo una sensación extraña, un incómodo sabor metálico que me llenaba la boca al mirar las paredes de ese cuarto prestado. Ese sabor acabó siendo imperceptible, pero me acompañó durante nueve meses.

Recuerdo participar en un corto, moviendo muebles y pintando paredes para crear los cuartos de ficción de personajes de video. Recuerdo volver a Murcia y recorrer todo la costa del Mediterráneo hasta Barcelona, en el verano más caluroso de los últimos 50 años. Recuerdo estar en los Pirineos, en un lago de montaña rodeado de nieve. Recuerdo un refugio de montaña bajo la tormenta. Recuerdo volver, en menos de 24 horas, desde lo alto de la montaña a la puerta de la casa de mis padres.

Recuerdo volver a Madrid y no saber dónde iba a vivir y que iba a hacer ese año. Un año que se ha convertido en éste, y que contiene las semillas de un futuro que no puedo leer.

Crónica del pájaro... (II)

"Una vida sin dolor: eso era lo que había soñado durante tanto tiempo. Y ahora que mi sueño se había hecho realidad, no lograba encontrar mi propio espacio en esta nueva vida sin dolor. Existía una clara fractura entre ambas. Esto me turbaba. Sentía que, como ser humano, estaba desligada del mundo. Hasta entonces lo había odiado profundamente. Y seguía odiando su iniquinidad e injusticia. Pero en el mundo de antes, por lo menos, yo era yo y el mundo era el mundo. Ahora ni siquiera el mundo era el mundo. Ni yo era yo."
Cap. 8. La larga historia de Creta Kanooo. Reflexión sobre el dolor.
MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

sábado, julio 03, 2004

3 de Julio de 2004, 10:00 am.

Decidí echarme un rato antes de cenar. Me he despertado doce horas después. Sueño acumulado o ganas de desaparecer, en cualquier caso, el camino de las doce horas.

por la ventana
el cielo sin color
gritan los pájaros

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo

"En toda mi vida, hasta ahora, jamás he conseguido tener lo que deseaba de todo corazón. ¡Ni una sola vez! Cuesta de creer. ¿no te parece? Tú no puedes entender qué vida es ésa, seguro. Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desa, ¿sabes qué pasa? Que acaba por no saber incluso lo que quiere."


"Coherencia y una firme visión del mundo no eran necesarias en la lucha operativa intelectual de los medios de comunicacion cuyo tiempo se fragmenta en segundos. Estar libre de esa carga era un gran punto a su favor. [...] Era exactamente como boxear con un fantasma. Por mucho que pegaras, sólo dabas puñetazos en el aire. La razón es que no había nada sólido donde golpear."


MURAKAMI Haruki (1994) Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Tusquets Editores, col. Andanzas, Barcelona, 2001.

Nuevo analgésico

Nuevo analgésico 600 veces más poderoso que la morfina

Científicos del Instituto Butantán, en el estado brasileño de Sao Paulo, desarrollaron un analgésico derivado del veneno de la víbora de cascabel que es 600 veces más poderoso que la morfina, informó el secretario del centro de investigaciones, Otávio Mercadante.

"El descubrimiento de esta nueva substancia, extremadamente potente y sin poder de dependencia, puede modificar de forma única la utilización de analgésicos en pacientes", dijo Mercadante a la prensa, al anunciar el nuevo producto desarrollado en el Centro de Toxicología Aplicada.

miércoles, junio 30, 2004

Takashi Miike Ôdishon

"Kiri, kiri, kiri... "
Nudo en el estómago. Miro con los ojos abiertos de par en par. Hay mucho escondido en las personas con las que me cruzo a diario. No quiero verlo.

Eihi Shiina vestida de color blanco. En teoría: símbolo de una figura cercana al mundo de los espíritus.

Lo que dice Takashii Miike:
"It's a story about a girl who has just slightly strange emotions, so it's not impossible to understand her. She just wants the person she loves to stay by her side. She doesn't commit a big crime, she just cuts the guy's foot off."


http://www.midnighteye.com/interviews/takashi_miike.shtml

martes, junio 29, 2004

Como un bloque de hormigón contra el estómago

Caminar bajo el sol a diez mil grados.
Por supuesto, ninguna sombra.
Recibir malas noticias.
Aguantar el gesto para no romper a llorar.
Dejar que mis ojos vaguen por el paisaje.
Por supuesto, ninguna respuesta.
Hoy no es el día para encontrar.
Hoy no es el día.

El trabajo en lo echado a perder.
El trabajo en lo echado a perder.

Debería tener trozos de mi alma intactos.
Debería tener una meta y un beso para todo aquello que no conozco.
Debería apretar los dientes y contar hasta diez,
y luego saltar
dentro/fuera
hacia lo imposible.

No descubro un espacio que pueda reflejarme.
En las calles no encuentro mis pasos.

Sólo
fuera de órbita
mis palabras
dicen.

Por eso no hay luz que me lleve lejos,
y el silencio es la única fuente
en la que puedo desaparecer.

lunes, junio 28, 2004

Ola de calor

A las 11 de la noche, esperando el autobús para volver a casa bajo el aire recalentado por el asfalto. No he podido aguantar y me he metido en el metro, buscando refugio bajo tierra.

Ya en casa, he abierto todas las ventanas y me han entrado ganas de tirar las paredes abajo para que hubiese un poco de corriente. No hubiese servido de nada. Cuando llega el viento es seco y árido, recien llegado del Sahara.

Joder, y no ha hecho más que empezar. La previsión para mañana, en las pantallas del metro: sol y 35º de máxima.

De puta madre.

domingo, junio 27, 2004

Los invisibles

"Las ciudades no son lo que crees. Si pasas la primera prueba, te diré lo que son de verdad las ciudades, y lo que quieren."

"-¿Adonde vamos ahora?
-A ningún sitio. Los situacionistas llamaban a esto dérive... Vagar sin rumbo por la ciudad, haciéndola nueva y extraña."



Morrison, Grant. Sin Blanca en el cielo y el infierno. Los invisibles Col. Vértigo, DC Comics.

Otro verano

Finales de Junio, primera ola de calor en madrid. Me despierto y creo esta weblog. El I Ching me dice "El trabajo en lo echado a perder" (Hexagrama 18).

a media tarde
las persianas bajadas
otro verano