viernes, febrero 11, 2005

mañanas del día después y café recien hecho

estoy aquí
sin haber decidido
el color de mis manos
ni la luz de mis días

viajo en trenes
abarrotados
de personas que
como yo
viven tiempo muertos

ayer por la noche
la música
y personas que palmeaban
brillando sin esperar
nada a cambio

el vacío
deja nacer
sensaciones llenas de dulzura
y la añoranza no espera
un nuevo día

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