domingo, febrero 06, 2005

estupendo

puedo fumarme veinte cigarrillos en menos de una hora
puedo beber café hasta que me palpitan las venas del cráneo
puedo soñar mundos imposibles y olvidarlo todo
puedo recorrer esta ciudad sin enterarme de nada
puedo hablar contigo cuando tu no estás
puedo mirar al vacío buscando algo que decir
puedo reivindicar que hay un camino sin corazón
puedo vivir una vida atroz y sonreír como si fuera el primer día
puedo traficar con sentimientos
puedo ocultar mi rostro detrás del tuyo
puedo subir las escaleras de mi casa tan despacio que nunca llegaré
puedo caminar descalzo mientras miro por mi videocámara
puedo respirar y estremecerme
puedo golpear contra las paredes hasta sangrar
puedo buscar una salida al vertedero
puedo recordar cosas que no viví

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que vacío más absoluto. Es una angustia que me corroe, que me impide respirar. No hay nada más allá de mi propia existencia nula. ¿Por qué no acabo de una vez con este sufrimiento inútil?

Munashii dijo...

La comisión para el reciclaje de angustias le propone dibujar en el vacío caminos que no busquen un horizonte

Hay mucho más allá, y para encontrarlo mire acá, nos hundimos en los mismos transatlánticos

Take it easy, Anonymous, al fin y al cabo eres el autor del lazarillo de tormes