lunes, junio 28, 2004

Ola de calor

A las 11 de la noche, esperando el autobús para volver a casa bajo el aire recalentado por el asfalto. No he podido aguantar y me he metido en el metro, buscando refugio bajo tierra.

Ya en casa, he abierto todas las ventanas y me han entrado ganas de tirar las paredes abajo para que hubiese un poco de corriente. No hubiese servido de nada. Cuando llega el viento es seco y árido, recien llegado del Sahara.

Joder, y no ha hecho más que empezar. La previsión para mañana, en las pantallas del metro: sol y 35º de máxima.

De puta madre.

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