domingo, diciembre 16, 2007

Non sequitur

golpes en teclados anónimos en el séptimo piso de un edificio en llamas promesas de un invierno que llega lleno televisiones cayendo desde las azoteas en horas intempestivas con cara de circunstancias y una estabilidad demoledora como si nunca hubiésemos vivido de los caramelos robados a los huérfanos niños enfermos que se niegan a dejar sus juguetes en los regazos de los extraños cuando las estaciones caen y los días ya no quieren los amaneceres porque las oportunidades fueron arrojadas por la borda como cajas de galletas y los grilletes son amargos pero ciertos no nos queda otra que anunciar que los edificios oficiales harían bien en dejarnos salir para no tener que preocuparse de las ratas acorraladas que pueblan las mangas de nuestros abrigos para nunca por siempre en el fondo de nuestras almas arden criaturicas que miran con los ojos de par en par y no sonríen ni perdonan dispuestas a todo por bucear un océano de esperanzas absurdas letras pequeñas sin nada que perder

1 comentario:

Anónimo dijo...
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